lunes, 18 de julio de 2011

Pasaporte cubano y Carta de Libertad



Para nadie es un secreto que, ese pequeño y delgado libro constituye una vez que se obtiene, una vía de escape hacia la “Libertad”; escribí Libertad entre comillas para reflejar la dualidad que encierra ésta palabra para la gran mayoría de cubanos que hemos emigrado, por una parte somos muy pocos los que verdaderamente nos sentimos libres una vez estando fuera de Cuba, porque existe una inmensa mayoría que aún en el extranjero siguen siendo esclavos del régimen que les ofrece dicho documento junto a la mal llamada Carta Blanca ; esta no es más que la Carta de “Libertad” propia de la era colonial, donde a los esclavos se les otorgaba siempre y cuando pudiesen pagar por ella, y en ocasiones pudiendo pagar no se otorgaba tan deseado privilegio, llegando este tipo de proceder tan arbitrario hasta nuestros días, es el caso del premio Sajarov, Guillermo “Coco” Fariñas y la bloguera Yoani Sánchez, a quienes se les ha negado en innumerables ocasiones para poder salir a recibir sendos premios en el exterior.

Fidel Castro en su afán por controlarlo todo de manera absoluta, esclavizó a todos los cubanos que emigramos después de 1970, obligándonos a entrar a territorio cubano con mencionado pasaporte y con un permiso especial(Habilitación) que puede o no ser otorgado según el grado de compromiso que se tenga para con el régimen; cabe resaltar que todo aquel que se haya manifestado de forma abierta en contra de cualquier dirigente o de su “revolución” fuera de la isla, se le cancela la llamada Habilitación, para que le sirva de escarmiento por tan condenable acto, por parte de los cónsules en cada embajada donde el gobierno cubano sea representado.

Es humillante para el pueblo cubano, que su gobierno hable de libertades que nunca ha brindado, que hable de derechos que nunca se han ofrecido, y es muy vergonzoso pensar que nuestro pueblo que ha sido relegado a una segunda categoría por parte del mismo gobierno, sea un pueblo feliz, porque si fuéramos un pueblo feliz, nuestros jóvenes no arriesgarían la vida en los trenes de aterrizaje de los aviones, o no se aventuraran en travesias que muchas de ellas les ha costado la vida a miles de cubanos , y más triste es aún, que muchos de esos cubanos que ayer tuvieron que pagar por su carta de libertad, y que para volver a su patria tuvieron que pagar por su carta de entrada, sigan siendo lo que siempre han sido, esclavos de un régimen que los desprecia.