viernes, 16 de septiembre de 2011


Explotación infantil, un flagelo legalizado en Cuba


Para nadie es un secreto la explotación infantil que lleva a cabo el régimen castrista con niños desde 12 a 14 años, los cuales son obligados al comienzo del nuevo curso escolar, a trabajar jornadas de cuatro y ocho horas en labores agrícolas; unos son llevados a las, (ESBEC) Escuelas Secundarias Básicas en el Campo, con régimen de vida interno, aquí pasan toda una semana para que luego el fin de semana, según su comportamiento regresan a sus hogares para que, al comienzo de la semana y en ocasiones alternas regresan los Domingo o los Lunes, en todo un curso escolar donde trabajan en la mañana y estudian en la tarde o viceversa, y otros que pertenecen a las, (ESBU) Escuelas Secundarias Básicas Urbanas, que generalmente cumplen su labor como obreros agrícolas sin salario en los meses de Septiembre hasta Noviembre; anteriormente esa labor se extendía por cuarenta y cinco días, ahora es por un mes; estos niños deben de abandonar sus hogares para ser llevados a barracones donde la higiene es sumamente deficiente, la alimentación si es que se le puede llamar alimentación carece de proteínas, y en la mayoría de los casos es la misma durante ese interminable mes. Los padres de estos niños se ven obligados por la misma carencia de alimentos, a visitarlos entre semanas, generalmente los Miércoles, y el fin de semana que siempre es el Domingo para abastecer a sus vástagos de todo lo necesario para toda una semana, también les llevan ropa de cama y aseo personal, ya que la gloriosa revolución solo se ocupa de facilitarles el trabajo sin ningún tipo de remuneración.

Los que tengan pleno conocimiento sobre la vida que llevan los cubanos de a pie dentro de la isla, podrán observar que esto a pesar de ser una violación de los derechos del niño, es una tragedia para los mismos padres, ya que sus economías no sufragan los costes de estas absurdas “Escuelas al Campo”, muchos padres se ven obligados a cometer actos delictivos, otros venden lo poco que tienen, y hay madres que llegan a prostituirse, porque el niño que no asista a este compromiso con la revolución, sus padres son tomados como contra-revolucionarios , y llevar ese estigma dentro de un régimen totalitario y absolutista como el de Fidel Castro, es lo mismo que haber nacido Judío en la era Hitleriana.

Es beligerante ver cómo un régimen político, una dinastía dominante, se ha enseñoreado contra todo un pueblo sin el más mínimo pudor, obligandolo a padecer las más tristes calamidades, doblegandolo hasta el punto de consentir que los niños sean convertidos en mano de obra esclava; esto sucede en pleno siglo XXI, en la Cuba de Fidel, la “revolucionaria y socialista”.

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