“Volksstimme” o, La voz del pueblo es un festival que se celebra en Viena, Austria, auspiciado por el Partido comunista austriaco, dicho evento político y cultural alberga en él diferentes organizaciones de tipo comunista y de izquierda, en esta actividad se estaba abogando por la libertad de los cinco espias cubanos que fueron capturados en territorio norteamericano, y por lo cual no podía faltar la presencia de la Embajada de Cuba en Austria, como máxima representante del régimen comunista de Fidel Castro.
Su embajadora, Norma Goicochea y su cónsul, Dacheri E. Lopez Valdivia, como máximos representantes del régimen castrista en Austria, se dieron a la tarea de convocar para dicho festival a cubanos que residen de forma permanente en este país, así como a un grupo de músicos llamados en su momento desertores por el régimen, y que hoy gozan del total apoyo por parte de la embajada, y los cuales ofrecen sus servicios de forma gratuita para actividades meramente políticas, reflejando de ésta forma la doble moral con que opera la diplomacia cubana tanto dentro como fuera del país.
Como dicha actividad se estaba celebrando en un espacio abierto, me di a la tarea de ubicar el lugar exacto donde estaba emplazada la carpa que representaría y que a su vez despacharía bebidas y comestibles para el deleite de los allí presentes.Encontrándome frente al tenderete pude notar que, Dacheri (cónsul) me observaba, luego de unos segundos veo como sale corriendo y se introduce dentro de la tienda para salir en compañía de Norma (embajadora), casi al llegar donde yo me encontraba y no se porque razón, decidieron regresar, ella al parecer decidió no encontrarse conmigo porque debe de haber deducido que no soy de los que se van a someter al chantaje de implorar servicios consulares para poder entrar a mi propio país, al menos eso creo por su reacción de regresar casi encontrándose frente a mi, luego me alejé un poco hacía el frente de dicha carpa ya que se estaban celebrando exhibiciones de Judo, estando algo entretenido viendo las demostraciones pude ver a través de mis lentes que alguien me estaba observando, más no me asombró, era el cónsul que al parecer cumplía ordenes o por propia iniciativa decidió hacerlo, luego de unos minutos pasó cerca de mi reflejando impotencia en su rostro, ya que sabiéndome como su enemigo no podía hacer ningún acto cobarde sobre mi persona, me sentí tan orgulloso al ver el impotente semblante que reflejaba que supe en ese momento que, a esa pequeña porción del régimen le estaba causando incomodidad mi presencia.
El día 29 de Junio del 2010 y de forma muy ecuánime interpelé a Lopez Valdivia en la propia embajada sobre el permiso o habilitación que necesitan los cubanos para poder entrar a su propio país, se que esta actitud mía para con un representante del régimen no fue de su total agrado, y por eso se que debo de estar a la cabeza de los cubanos en Austria que de una forma abierta se opone a la dictadura impuesta por Fidel Castro, por no decir que soy el único.
Pasadas algunas horas y encontrándome en compañía de mi esposa, continué en mi misión de descubrir rostros que hasta el momento no habían sido revelados, y que para mi eran desconocidos, al menos como simpatizantes de manera opcional u obligatoria del régimen cubano, también pude notar cómo en un momento de la tarde, estos que en su día encontraron refugio fuera de la tierra que los vio nacer, eran convocados por Goicochea para lo que en Cuba se pudiera llamar como una reunión del CDR, donde se encontraban personas a fines con el régimen, entre ellos habían chilenos, austriacos y en su mayoría cubanos(as); que en su momento buscaron una via de escape para huir de Cuba, pero a su vez y sin causas aparentes se vieron sometidos de manera subliminal o espontánea a los designios de los representantes de la diplomacia cubana en Austria, pasando a formar parte de las huestes que conforman las mal llamadas brigadas de respuesta rápida en el exterior.
Puedo constatar que, en mencionado sarao se encontraban supuestos detractores del régimen, asilados políticos y hasta aspirantes a que su situación política sea resuelta, pero no para hacer proselitismo en contra de lo que allí se estaba gestando, sino para participar de forma consagrada, para que sus anteriores conductas no fueran desveladas, y así mediante su incondicional asistencia quedaba demostrado qué, tanto los agregados diplomáticos como los allí presentes, están unidos de manera simbiótica y sumisa a la dictadura que rige los designios del pueblo cubano, y de sus similares en el exterior.
Desde Viena, Austria.
Barbaro Rodriguez Bacallao
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