domingo, 2 de enero de 2011

Fantasias rotas; ideologías impuestas.



El espíritu navideño se ha convertido desde el 1ro de Enero de 1959 en algo inconcebible para los cubanos, el régimen desde el mismo comienzo de implantar su dictadura castro-stalinista, se encargó de borrar de una manera rotunda ésta festividad que data según los historiadores, desde el año 200 de nuestra era.

Es muy triste para los que nacimos bajo el yugo de ese régimen, y que hoy nos encontramos en el exilio, ver cómo se nos estirpó de nuestro cerebro y de nuestra infancia todo un mundo lleno de fantasías, regalos y reconciliaciones familiares.

Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar fueron borrados de todas las mentes cubanas para ser suplantados por los de Carlos Marx, Federico Engels y Vladimir Ilich Lennin, estos nuevos reyes ideológicos, trajeron consigo doctrinas carentes de amor hacia el prójimo, porque según los estamentos implantados a raiz del mal llamado triunfo revolucionario, la navidad sería abolida ya que formaba parte del caracter seudo-burgues de la antigua republica (según Fidel Castro); con estas nuevas reformas en la Cuba comunista, comenzó un nuevo capítulo en la vida de los cubanos, donde los villancicos se transformaron en consignas alusivas al nuevo régimen y a su máximo lider, los arbolitos navideños con sus luces parpadeantes y copados de regalos, no estarían para avivar las fantasias y los sueños en cada hogar.

Esperar el nuevo año se convirtio en algo irrelevante para los cubanos, porque la llegada de cada año estaría en concordancia con la supuesta gesta libertadora, y por ende ésta sería de mucha más importancia que la más antigua de las festividades, por lo cual no solo la navidad fue abolida, también la vispera de año nuevo se sumó a esa gran lista de celebraciones que dejarían de existir.

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